Los sectores público y privado tienen un interés compartido en el crecimiento económico sustentable y la infraestructura resistente. Sin embargo, la realidad actual es que el crecimiento económico mundial es débil, mientras que los riesgos a la baja siguen siendo preocupantes. Junto con esto, el cambio climático sigue afectando al planeta y el futuro impredecible que trae. Si bien estas circunstancias afectarán a todos, los países en desarrollo son especialmente vulnerables tanto a la desaceleración macroeconómica como a los impactos del cambio climático.
Fuente: WorldBank